... And now...

La de hoy fue una mañana de esas que adoro. Envuelta en sábanas, la pereza como mi acompañante, ambiente frío y sin nada que hacer por el resto del día. Me sabía a Libertad!
Para mi alegría al encender la tv, estaban pasando una de mis películas favoritas basada en mi libro favorito... Harry Potter y la órden del fénix. Pues nada, me quedé viendo tv mientras repetía los parlamentos y en ocasiones me adelantaba a muchos; debo ser una ladilla viendo estas películas. En fin, me llamó mucho la atención al ver casi al final de la película a un Harry sombrío. Éste vió morir a la única imagen paterna que había tenido conscientemente hasta el momento. Y recordé los párrafos de ese libro en el que explicaban mejor cómo se sentía... La rabia, la culpa, las respectivas preguntas de ¿Por qué no morí yo?; lo usual. Pero sobre todo, el cambio inminente. El personaje de Luna Lovegood es muy importante en todo el libro: Ella vió morir a su madre y es "diferente" porque ve la vida de otra forma respecto a los demás personajes. De hecho, sólo ella y Harry quienes han visto la muerte a través de otros son los únicos que pueden ver a las criaturas llamadas: Thestrals. Luego de la muerte de Sirius, Harry comienza a entender a Luna. Una vez más, y luego de tantos años, ésta historia que definió mi adolescencia me sorprende. O mejor dicho, me hace ver que es normal. El cambio es inevitable. La vida definitivamente no vuelve a ser la misma, y nosotros definitivamente núnca volveremos a ser los mismos. 



Luego de todo el proceso que tuve que atravesar desde hace casi un año, me alejé de muchas personas que me querían, pero que para ellos era casi imposible entenderme. Y es que no podía ver que lamentablemente estoy en otra etapa de la vida. Esa que comienza cuando ves a la muerte por primera vez. Los culpaba, los juzgaba, porque ellos no podían ver los "Thestrals" como yo. Hace unos meses levanté la vista y vi que estas personas intentaban llamar mi atención, recordé los momentos vividos junto a ellos, les devolví el saludo e hice mi mayor esfuerzo en recuperar la amistad. Les pedí disculpas, (ya no se me hace tan difícil) y los invité nuevamente a mi vida. En estos meses han sido mi salvación. 
Entendí que su objetivo no era estar conmigo en ese año terrible, su momento era ahora, cuando necesitaba que me ayudaran a recoger mis pedazos, cuando necesitaba que me ayudaran a levantarme, a emprender el vuelo...
Mi familia, conformada por mis padres y hermanos ha sido fragmentada. La mitad "aquí" y la mitad "allá". No es nada fácil pensar en ello, pero de alguna forma salimos adelante. Recuerdo que hace unos años comentaba que tenía la sensación de saber que moriría joven, mi hermana y mami se escandalizaban. Nunca me explicaré el por qué. Sin embargo, la transformación sí me ha llegado joven, aunque en ocasiones me siento como una niña de 15 años, en otras siento que he vivido más de lo que mi edad permite. Tomo la vida y la honro. Agradezco a los que están a mi lado, y los que estuvieron ayer. Tomo la vida... El tiempo que quede. Me hace bien el saber que si muero mañana, estaré feliz.
Casi 27 años y mirando hacia atrás, faltando mucho por hacer, extrañando a demasiados, pero segura al decirme a mí misma: Lo has hecho muy bien.
 
Mi madre siempre decía: "Las cosas que perdemos siempre vuelven a nosotros al final, aunque no siempre de la forma que esperamos.."

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