Cuando crees conocer el futuro...

 Hace muchos años atrás tuve un sueño que se repetía constantemente.


En él yo llegaba cansada a un edificio muy alto, sabiéndome en casa, la angustia contenida en el pecho se iba aligerando porque estaba segura de que como en otras ocasiones, ese sueño terminaba cuando dos brazos se cerraban alrededor de mí mientras sonreía ante mi llegada. 

Dejó de repetirse hace mucho tiempo, pero lo guardo en mi memoria con la esperanza de llegar a casa...


Recuerdo la vestimenta, el aroma, el color de su cabello, pero nunca su rostro. Nunca pude ver el rostro de esas dos personas que me daban la bienvenida. Sí porque eran dos, la que me abrazaba y el que sonreía al ver su felicidad.


El edificio en ese entonces era la Torre Ejecutiva de la ciudad de Puerto Cabello - Venezuela, lugar donde nací. Pasé muchos días y noches en ese lugar en mi niñez y recuerdo que ´para ese entonces era donde tanto me gustaba estar. Mi madre, trabajó muchos años para las empresas navieras que allí convivían. 

Pero en mi sueño no era la torre ejecutiva... Era el edificio en el que estaba ese rincón que yo llamaba "Hogar".


Los que me conocen saben que no hay nada más importante para mí que mis batallas, aquellas que libro cada día en contra de mis miedos. El ponerlo en palabras implica para mí un esfuerzo tremendo. 


Hace unos días decidí abrirme con alguien que sentí podía confiar... ERROR.


Hoy, no dejo de pensar en ese edificio. En ese hogar que creé en mi mente, en esa sala, en ese ventanal que daba hacia el mar caribe. Hoy no dejo de lado las ganas que tengo de correr a casa. Despertarme con el abrazo de bienvenida que me esperaba cada noche, con la sonrisa complaciente de quien mira de lejos un espectáculo tranquilizador.


¡Ay Adelein!


¿En algún momento podrás escribir algo lindo?




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